Hola, estimados aficionados a los casos psiquiátricos menos impactantes del momento. Hoy tratamos el asunto del tipo que graba vídeos desde su móvil, sin saber encuadrar su propia figura, con una pésima iluminación, y un uso de la retórica que se basa en el insulto. Un sujeto que, año tras año, ve cómo la plataforma YouTube le elimina vídeo tras vídeo, por saltarse las normas, y que, irremediablemente, regresa para hacer exactamente lo mismo que el año anterior.
Este individuo presume de tener dos carreras, una relacionada con la cinematografía (pero no sabe encuadrar su propia imagen, ni siquiera conoce el uso de un trípode, para sujetar la cámara frente a él), y otra sobre psicología (pero hay vídeos suyos en los que, literalmente, le vemos escupiendo a la cámara, o hablando de que "lastimó" a otras personas por no compartir su opinión). Lo que trato de decir es que estamos ante un perfecto embustero, alguien que, de la noche a la mañana, se convierte en profesional gracias a la magia de Internet.
Este gaznápiro jamás ha creado un vídeo que se pueda decir que está bien realizado, los suyo son filmaciones temblorosas, casi siempre en estado ebrio, en las que, sencillamente, se dedica a despotricar de personas con mayor talento que él, gente mucho más trabajadora y estudiosa que él.
La parte mala de todo este asunto le da de lleno a él mismo, pues consume sus días creando un canal tras otro, sin parar, sirviendo de burla y diversión para unos pocos. Aunque le ignoremos, él seguirá con su obsesión, su angustia no tiene límites. La parte buena es que no le escucha casi nadie, tan solamente tres personas con múltiples cuentas siguen su rastro para, generalmente, reírse de lo que dice y hace.
Fin del comunicado. Espero que este ser (autodenominado "el conde de Monte Truño") deje de sufrir tanto en los
próximos años.